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Premio Luna de València: Fernando Bovaira

Cinema Jove quiere arrojar luz este año con su premio Luna de València sobre una figura que habitualmente permanece en la sombra en la industria del cine, la del productor. Y en la reivindicación de ese oficio imprescindible, el galardonado es el responsable de impulsar la carrera de algunos de los directores de mayor éxito del audiovisual español cuando tan sólo eran promesas: Fernando Bovaira (Castellón, 1963).

El productor de la Vall d’Uixó es uno de los grandes desde que en los años noventa se lanzara a respaldar películas como Abre los ojos (1997), de su admirado Alejandro Amenábar (con quien llegó a ganar un Oscar en 2004 por Mar adentro), y Los amantes del círculo Polar (1998), de Julio Medem, que supuso uno de los primeros éxitos del director vasco.

“Bovaira es un trabajador incansable, con un carácter modesto, que sin aspavientos ha localizado y apoyado a toda una nueva hornada de cineastas. Películas que ya forman parte de nuestro imaginario no hubieran sido posibles si este productor no hubiera descubierto a sus autores cuando eran jóvenes talentos”, destaca el director de Cinema Jove, Carlos Madrid.

La carrera de Fernando Bovaira como productor está marcada por un fino olfato y una curiosidad insaciable que le han llevado a la búsqueda constante de nuevas voces narrativas y a apostar decididamente por ellas. Así sucedió con Intacto (Juan Carlos Fresnadillo, 2001), primer largometraje del canario después de ser nominado al Oscar con un corto; Caníbal (Manuel Martín Cuenca, 2013), que le reportó al cineasta almeriense los premios del Círculos de Escritores Cinematográficos a mejor director y guión adaptado; o La cordillera (Santiago Mitre, 2017), protagonizada por Ricardo Darín y seleccionada en la sección Una cierta mirada en el Festival de Cannes.

Tras su etapa como director general de contenidos de Sogecable, funda MOD Producciones en 2007, que se estrena con la producción de Ágora (2009) de Amenábar, presentada en el Festival de Cannes y película más taquillera en España ese año. Desde entonces, ha estado detrás de títulos como Biutiful (2010), de Alejandro G. Iñárritu (Premio al Mejor Actor en Cannes para Javier Bardem y nominada al Oscar como Mejor Película de Habla no Inglesa), y de la serie Crematorio para Canal+, que fue galardonada con el Premio Ondas 2011 a la Mejor Serie del Año y está inspirada en la obra homónima del escritor valenciano Rafael Chirbes.

El productor castellonense es uno de los responsables, por tanto, de que el cine español haya traspasado fronteras en las últimas dos décadas, con el remake de títulos, la presencia en festivales internacionales y la nominación y el reconocimiento a los elencos de sus filmes.

Entre sus próximos proyectos, el salto a la dirección de largos de Roberto Bueso, Tornar a casa, y un nuevo tándem creativo con aspiración internacional junto a Amenábar, Mientras dure la guerra, película que sigue el viaje intelectual y ético del escritor Miguel de Unamuno en los primeros meses de la Guerra Civil, y está protagonizada por Karra Elejalde, Eduard Fernández y Nathalie Poza. Como le caracteriza, Bovaira vuelve a aspirar a la internacionalización y al respaldo a los cineastas emergentes.