FRIALDAD

¿Puede un país que es también un enorme resort de vacaciones convertirse en el escenario ideal de un relato de terror? Cuando las avenidas se vacían y el fervor comercial remite, algo se revuelve en las entrañas de Andorra. Daba fe de ello El espectro de Justine (Jordi Gigó, 1986), film maldito que nunca llegó a ver la luz… Hasta ahora. Andrea Sánchez firma una pieza deliciosa que volverá locos los amantes del giallo y de Peter Strickland.