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Entrevista a Abdullah Mohammad Saad, director de Rehana

“El mundo sería más habitable y tolerante si intentáramos comprender la ambigüedad humana”

 

En Rehana, la cámara de Abdullah Mohammad Saad es testigo de la búsqueda de justicia por parte de una profesora adjunta en un hospital universitario. La segunda película del director de Bangladesh es una reflexión sobre la ética, la masculinidad tóxica y la conciliación familiar en la línea del cine urgente de autores como los hermanos Dardenne. Política, comprometida y tensa, Rehana dispara contra una sociedad conservadora, permanentemente acechada por el machismo, en la que el cambio nunca parece llegar.  

Por Wang Muyan

  • Desde tu ópera prima, Live from Dhaka, tus películas se han centrado en los viajes vitales de tus protagonistas y también en los dilemas morales y existenciales que experimentan. ¿Qué despierta tu interés en este tipo de historias? 
  •  No puedo decírtelo con certeza, quizás surge porque siempre he sentido una conexión profunda con gente compleja a la que a menudo se juzga por las decisiones difíciles que toman en sus vidas. 

 

  • ¿Son esas decisiones difíciles las que conforman la complejidad de tus personajes?
  • Sí, definitivamente, lo que queremos en la vida y cómo lo queremos es un dilema inmemorial. Siempre me ha atraído la posibilidad de observar la existencia desde el punto de vista de otra persona. Mientras que las novelas pueden funcionar mejor en lo que respecta a descubrir y proveer un conocimiento de los mecanismos de la naturaleza humana, con las películas puedes hacer que la gente lo experimente desde las tripas. 

 

  • No tienes una formación formal en realización cinematográfica, ¿cómo te convertiste entonces en director?
  • El cine no formó parte de mi vida durante mi infancia. No he sido alguien que estuviera muy puesto en cine desde una edad temprana y en mi familia tampoco se nos animaba a ver películas. Ha habido otras cosas en mi vida que he intentado y en las que he fracasado estrepitosamente. Podríamos decir que el oficio del cine fue algo que creció lentamente en mí.

 

  • ¿Cuáles fueron esas otras cosas que mencionas? La sensación de fracaso que experimentaste quizás fue la que te empujó a encontrar un camino a través de la realización. 
  • La música, por ejemplo. Quise ser músico durante un tiempo, pero no me fue demasiado bien. Ahora que lo pienso, quizás tengas razón: imagino que como cineasta puedo sentir que estoy haciendo algo digno con mi vida. No es que tenga una urgencia incontrolable por compartir, pasa más por dedicarme a una profesión que puede darle a uno la sensación de cierto control sobre su vida, incluso aunque esa sensación no sea siempre real.

 

  • ¿Qué directores han sido una influencia para ti?
  • ¡Hay tantos! En este preciso momento, te nombraría a Michael Haneke, Edward Yang y los hermanos Dardenne.

 

  • ¿Qué te inspiró Rehana? ¿Cómo fue tu proceso de escritura?
  • Mi inspiración fundamental han sido mis tres hermanas mayores, pero también ver crecer a mis jóvenes sobrinos y sobrinas. Además, siempre me han interesado las dinámicas de las relaciones entre hombres y mujeres, y cómo se tratan. Al principio del proyecto no tenía ideas tan estimulantes, tan solo la imagen de una mujer testaruda. Me costó mucho escribir el guion y me tomó unos cuantos borradores para entender por completo la verdadera naturaleza de mi interés en Rehana y su historia. 

 

  • ¿Y cuál fue esa verdadera naturaleza de tu interés que te condujo de la imagen de una mujer testaruda a la vívida Rehana?¿Se basa en alguna persona real?

 

  • Estaba intentado averiguar quién era Rehana. Todo arranca con ella como testigo de un acto terrible, después, lentamente, deriva hacia cierto tipo de perpetradora, hasta en última instancia, convertirse en víctima. Este viaje triangular de ser testigo a convertirse en autora y después en víctima, al tiempo que trata de criar a su hija de la manera que considera correcta, es lo que me atrajo de esta historia y lo que me llevó a continuar escribiendo el guion. En cierto sentido, Rehana está inspirada en la realidad, pero como una amalgama de figuras de mis experiencias personales.

 

  • Uno de los aspectos más interesantes de esta película es la ambigüedad de Rehana como personaje, a pesar de aparentar una mentalidad dicotómica, de blanco o negro que aparenta. ¿Consideras que esta ambigüedad revela la esencia de la humanidad?
  • No puedo estar más de acuerdo contigo. La ambigüedad de la naturaleza humana siempre me resulta fascinante. Nuestra necesidad constante de juzgar lo complica todo. El mundo quizás sería un poco más habitable y tolerante si intentáramos comprender esta ambigüedad

 

  • Si bien la difícil situación de Rehana es un microcosmos de la sociedad de Bangladesh, ¿cómo puede encajar tu protagonista en un sistema corrupto?
  • No estoy intentando retratar un sistema corrupto de manera activa. La corrupción no me interesa, prefiero dejársela a los periodistas. No sé si alguien como Rehana puede encontrar un lugar en este mundo. Aunque no soy una persona terriblemente optimista, la verdad es que puedes encontrar Rehanas en todas partes, luchando para encontrar su lugar y a menudo fracasando. 

 

  • Los personajes de tus películas suelen estar a menudo en movimiento, llenos de tensión y urgencia. ¿Cómo trabajas con tu equipo para plasmar ese estado?
  • Generalmente no presento todas las complejidades y la precisión de mi puesta en escena a mi director de fotografía y a mis actores al arranque de las escenas. Solo cuando han interiorizado los elementos y los componentes esenciales de la secuencia es cuando empiezo a añadir más capas poco a poco, toma a toma. Físicamente hablando resulta muy exigente para ellos, pero es la única manera que me permite capturar las intensidades, emociones y la composición que necesito.

 

  • ¿Cuántas tomas hiciste en general de cada escena? ¿Cómo añadiste las capas que comentas?
  • De media hice entre 25 y 50 tomas, pero por supuesto hay excepciones. Por ejemplo, en la escena en la que Rehana estaba llorando en el baño solo hicimos una toma, pero estuvimos preparándonos largo tiempo. En el momento en que filmamos este tipo de escenas, la actriz Azmeri era pura electricidad. Si les doy a mis actores de cinco a seis marcas cada vez, definitivamente, resulta difícil memorizar los pasos y actuar con naturalidad. Así que he de ir haciéndolo poco a poco. En las primeras dos tomas no había más de dos marcas. Después, empecé a introducir nuevos elementos o capas a la escena. A veces era un personaje de paso que fuerza a nuestros personajes principales a actuar o moverse de manera diferente, otras veces podía ser un diálogo corto nuevo o una actitud que cambia por completo la dinámica de la escena. 

 

  • ¿Cómo dirigiste la impresionante actuación de Azmeri Haque Badhon? ¿Ensayásteis mucho?
  • Sí, hubo muchos ensayos. Estuvimos practicando más de nueve meses mientras manteníamos constantes discusiones sobre el personaje de Rehana. Badhon estuvo absolutamente comprometida con la película desde el primer día. Puso casi literalmente de lado todo lo que no tuviera que ver con la película y confió en mí a ciegas. Abrió su corazón y su alma a este personaje y ahí creo que reside la razón por la que actuó de una manera tan brillante. Solo tuve que mantener una atmósfera adecuada para que se sintiera segura y diera lo mejor de sí misma. Fue vibrante ver su transformación y me siento afortunadísimo de haber trabajado con ella. 

 

  • De la áspera monocromía de Live From Dhaka a la frialdad de Rehana, ¿qué se esconde tras tu elección del tono y la textura de tus imágenes?
  • En el caso de Rehana es bastante difícil de explicar. Imagino que sentí que el tono azulado es lo que mejor encajaba para capturar la sensación de claustrofobia y suprimir la furia que palpita bajo la piel de Rehana. Esta vez ha sido muy diferente de Live From Dhaka, donde de hecho fue una decisión muy fácil, ya que Dhaka siempre había sido en blanco y negro en mi cabeza, aunque no puede decirte exactamente por qué razón. La decisión fue también en cierto modo práctica porque resulta más barato y suponía menos tensión para los recursos limitados con los que estaba trabajando con mi equipo.

 

  • ¿Representa el azul la tensión y la furia? 
  • El azul es uno de los muchos elementos que me ayudaron a crear la incerteza en el aire que precipita la tensión y a veces, el enfado. Hay otros elementos, como esos largos, interminables pasillos que contribuyen a la atmósfera intensa.

 

  • ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Tuhin Tamijul, director de fotografía de tus dos películas? Además de capturar a los personajes de cerca cámara en mano, la fotografía en tus propuestas también da una sensación de inestabilidad que refleja la psique de los personajes.
  • Somos muy amigos en la vida real, y tendemos a discutir el movimiento y el ritmo de la película desde las primeras etapas de la escritura del guion. Para Rehana, Tuhin tuvo que prepararse física y mentalmente durante más de un año a fin de enfrentar esta producción desafiante. Aunque estoy obsesionado con la precisión en la composición y en el bloqueo de cámara, Tuhin entiende que al terminar el día, lo más importante para él es estar genuinamente presente en el momento y capturar las interpretaciones tal y como se despliegan frente a la cámara. 

 

  • ¿El temblor de la cámara acompañando a los personajes fue a propósito?
  • Sí, quería que la experiencia de mi público fuera lo más visceral posible.

 

  • Tu estilo de edición es a menudo duro, incluso brutal, especialmente entre transiciones y al final de las escenas. ¿Consideras que la narrativa en sí misma sirve al relato o al ritmo?
  • El ritmo siempre me provoca mucha ansiedad. En mis decisiones de edición lo más importante es no caer en lo sentimental ni en la sobreexplicación, que puede ser la razón por la que a menudo mi estilo resulta duro. Otra razón reside en que el estilo de edición refleja la realidad exacta en la que mis personajes viven sus vidas, que en este caso es animosa, intransigente y cruda. 

 

  • Pero con tanta dureza y brutalidad, los sentimientos de tu película se vuelven incluso más intensos…
  • Eso espero. He hecho un gran esfuerzo para tratar a mi audiencia con respeto y darles lo justo para que puedan sentir e interpretar nuestra película de la forma que quieran. Naturalmente, es una línea muy delgada y nunca puedo estar seguro del tipo de reacciones que se obtienen.

 

  • ¿Cuál es el estado actual del cine en Bangladesh, especialmente, para la producción independiente?
  • Tenemos un número creciente de cineastas independientes que siguen haciendo películas a pesar de todos los obstáculos y la asistencia limitada de organismos estatales. Es importante señalar que aunque Rehana es la primera película de Bangladesh en la Sección Oficial de Cannes, en la última década hemos estado presentes regularmente en el panorama internacional. Yo prefiero hacer películas con amigos cercanos y colegas. No necesito mucho, su dedicación y sacrificios son suficientes para mí.

 

Wang Muyan es un crítico de cine chino afincado en París. Escribe para la revista de noticias china The Paper, es colaborador habitual de Film Comment en Estados Unidos y escribe ocasionalmente para periódicos franceses. Tradujo Bresson par Bresson al chino. Fue miembro del jurado de Screen International tanto en Cannes como en Berlín.