La ópera prima de Zheng Lu Xinyuan, Jet Lag, está articulada a partir de dos viajes, un cuaderno de bitácora durante la cuarentena y otro familiar. El primero comienza en Graz, en abril de 2020, mes en el que la directora vuela de regreso a China en medio del confinamiento: conexiones en la pantalla de un teléfono roto, trajes de protección en el vuelo, cinta adhesiva para sellar la puerta de la habitación del hotel. Pero también se entremezcla con una travesía anterior de China a Myanmar donde su familia trata de saber qué pasó con el bisabuelo, que se fue en la década de 1940 y nunca regresó. La cineasta filma ambos viajes y también todo lo que los rodea en esta suerte de video ensayo en blanco y negro.
– ¿Hasta qué punto es el título Jet Lag no solo una referencia a la zona horaria que abarca el viaje de Europa a Asia, sino también una metáfora de la desconexión de tu familia entre su pasado y su presente?
Jet lag es una expresión que se utiliza en esta película por las razones que has mencionado. También se refiere a mi sensación y estado de ser en el proceso de creación. Sin embargo, depende de los espectadores.
– ¿De dónde surge la necesidad de explorar tu historia familiar a través de un ensayo híbrido de documental y video?
Empecé a filmar en 2013. El contenido me fue mostrando su forma gradualmente y no pude encontrar otra manera de procesar mis pensamientos y reacciones.
– ¿Qué paralelismos has encontrado entre tu aislamiento por la pandemia y el rastreo que hace tu familia de sus raíces?
La película no solo sitúa las cuarentenas durante la pandemia en paralelo con la indagación familiar. Intentamos fusionar dos experiencias que se entrelazan y se reflejan entre sí como dobles exposiciones. El propósito al adaptar esta estructura es dar un contexto contemporáneo y personal a la diáspora, los lazos familiares y la intimidad tratados en la película.
– Al inicio de la película, tu novia señala que no has determinado un personaje principal. ¿Estás de acuerdo con su opinión de que tú eres la protagonista aunque te resistas a admitirlo?
Ser un personaje de la película me supuso un conflicto. Al dejar el comentario que apuntas al comienzo de la película, sugiero las cuestiones que estuvimos analizando a lo largo de Jet Lag. ¿Qué diversión hay en la vida si no podemos enfrentar, lidiar o desafiar a nuestros propios personajes?
– ¿Qué nos dice la figura del padre ausente, violento y desinteresado como conexión recurrente entre los personajes de tu película sobre el enfoque de la paternidad tanto en las sociedades antiguas como en las contemporáneas?
Los padres en la película son personas retratadas a través de mi lente, investigación y edición. Los padres están constituidos por sus circunstancias y crianzas, así como por las nuestras propias y las expectativas que tenemos de ellos. El patriarcado está tan arraigado que es responsabilidad de cada uno pensar qué padre queremos cada cual y por qué. Lo que hemos creado en esta película es una carta abierta en lugar de una declaración.
– En un momento de la película, tu mirada se desplaza hacia la propia Myanmar, sus guerras civiles y la Revolución de Primavera que siguió al último golpe militar. ¿Por qué decidiste adentrarte en su historia reciente?
La película arranca desde varios puntos de partida y alcanza la realidad más actual. No puedo hablar del pasado ignorando lo que está pasando frente a mí. Y son las pérdidas y los adioses que se producen en el momento las que nos despiertan y nos cuestionan nuevamente sobre nuestras percepciones del pasado.
– ¿En qué medida ha utilizado las restricciones de distanciamiento social de la pandemia en beneficio de la película?
Es una parte de la realidad que hemos vivido y así consta en la película.
-¿A qué cree que se debe el surgimiento en este siglo de un nuevo yo autoral que ha encontrado, tanto en las artes plásticas como en la literatura, el cine o el teatro, un campo insólito de desarrollo artístico?
No estoy segura de que el yo autoral resulte novedoso. Necesitamos realizar introspecciones y seguir examinándolas y actualizándolas con formas de expresión y comunicación. Hoy en día, tenemos más acceso al público a través de internet, ya sea de forma anónima o con el propósito de establecernos. Las reacciones de los medios de comunicación también repercutirán en las formas y contenidos de esas expresiones. Los artistas siempre trabajamos para descubrir quiénes somos sin importar el momento ni la edad.
– ¿Planeas seguir explorándote a ti misma en futuros proyectos?
Creo que la creación requiere una introspección, aunque a menudo se muestra de varias maneras y formas. De modo que sí.