Max ronda los treinta y vive con Emma. A lo largo de una mañana en el piso entramos en su peculiar intimidad. Cuando Max vuelve de trabajar entera, de manera desafortunada, que Emma ha decidido mudarse de piso. Esa es la última noche que pasarán juntos. La noticia remueve el interior de Max haciendo crecer un cúmulo de emociones que explotan a media noche empujándolo a salir de casa para alejarse de ella. Max sale a la calle y se abandona a la extrañeza de la noche barcelonesa. Un viaje sin rumbo acompañado de desconocidos con quien compartirá bailes, kebabs y caminos. Cuando la noche parecía no tener sentido, Max encuentra una pista que lo conducirá hacia una mujer que llevaba tiempo buscando. Sin saber si ha encontrado lo que buscaba, la noche acaba y Max tiene que volver a casa.