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La Sección Oficial de Largometrajes de Cinema Jove está compuesta de óperas primas en su mayoría
  • La selección aborda el duelo, la sexualidad fluida, la vida en los márgenes, el culto al cuerpo, el abuso y el éxodo del campo a la ciudad

Cinema Jove se consolida este año como cazatalentos de jóvenes valores del cine. Este año se da la coincidencia de que seis de los 10 filmes de la Sección Oficial de Largometrajes a Competición son óperas primas. Los títulos procedentes de Georgia, Noruega, Países Bajos, Israel, China y Corea del Sur suponen el debut en el largo de sus directores. La programación se completa con segundas incursiones de realizadores procedentes de Argentina, Brasil, EEUU y Alemania.

La condición de noveles de los directores no les resta, no obstante, calidad. De hecho, las películas que compiten este año por la Luna de València vienen avaladas por reconocimientos en los festivales South By Southwest de Austin, la Berlinale, Toronto, Tokio y Busan.

El festival internacional de cine de València pone habitualmente el foco en sus largos a concurso en las etapas de cambio que viven niños y adolescentes. En coherencia con el nombre del certamen y con su trayectoria, la decena de películas seleccionadas en su 34 edición exploran en una amplia diversidad las situaciones de zozobra que afronta la juventud tanto en lo vital como en lo social, y la resolución o no de esos trances.

Adiós a los padres

Cuatro películas coinciden en retratar el duelo adolescente ante la pérdida reciente de un progenitor. Así, en ‘Los miembros de la familia’, del argentino Mateo Bendesky, dos hermanos obsesionados respectivamente con el cuerpo y con lo místico se quedan atrapados en una ciudad del litoral casi desierta para tratar de cumplir los últimos deseos de su madre muerta.

Las localidades de veraneo fuera de temporada son un escenario habitualmente del gusto de los jóvenes cineastas argentinos y uruguayos. Bendesky justifica esa coincidencia en el “fuerte componente de melancolía, algo que abunda en estos escenarios costeros”.

El argentino pudo desarrollar el guion de ‘Los miembros de la familia’ gracias a una beca MacDowell que ganó en 2016 en el Festival de Toronto. No es la primera vez que el director se centra en las relaciones filiales. Sus dos cortos previos, ‘El ser magnético’ y el relato iniciático ‘Nosotros solos’, también están protagonizados por hermanos.

En la estadounidense ‘Thunder Road’, de Jim Cummings, un oficial de policía se enfrenta a una crisis personal tras un divorcio y la muerte de su madre. La propuesta ha sido destacada por la edición inglesa de la revista mensual Esquire como “la película indie más divertida, triste y barata del año”. Su treintañero director asume el protagonismo, firma el guion y ha compuesto el tema principal de la banda sonora.

La comedia agridulce toma como punto de partida un corto homónimo de 12 minutos rodado en una sola toma. En los títulos de crédito, el director da las gracias a los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra, cuyas imágenes afligidas en el funeral de Lady Di, le sirvieron de inspiración.

La noruega ‘Harajuku’, de Eirik Svensson, arranca con el suicidio de la madre de la protagonista, una quinceañera aficionado al anime y el manga, con el pelo teñido de azul, que sólo sueña con dejar atrás la oscura y fría Oslo por la ciudad de sus sueños, Tokio. La joven otaku se evade de su dolor proyectando evocaciones y fantasías en forma de anime, secuencias ensoñadoras que la película plasma con secuencias de animación. La película está ambientada en vísperas de Navidad y reflexiona sobre la figura del padre ausente.

Los protagonistas de la israelí ‘The Dive’, de Yona Rozenkier, también acusan la ausencia del patriarca de la familia, pero en este caso, porque fallece. El director protagoniza junto a sus hermanos este drama familiar con tintes de humor negro donde se subraya el absurdo de la contienda militar. Las bombas sirven de telón sonoro de fondo en el reencuentro de tres hermanos en el kibbutz donde crecieron para cumplir los últimos deseos del patriarca. Esta película semi biográfica está ambientada en 2006, durante la segunda guerra del Líbano, y muestra de qué manera marca al individuo y, por extensión, a su clan, crecer en un país en continuo conflicto.

Licenciado en la Steve Tisch School de la Universidad de Tel Aviv, Rozenkier ha dirigido los cortos ‘Bugs on a Helmet’ (2011) y ‘Raz and Radja’ (2012), parte de un proyecto israelí-palestino.

Lula en Brasil, la mafia en Italia

Otros dos filmes también toman como trasfondo episodios históricos reales. En la alemana ‘The Last to See Them’, de Sara Summa, el espectador asiste al último día de vida de una familia en el sur de Italia. El destino de los protagonistas se basa en una historia real acaecida en 2012. En la víspera de una boda, los Durati fueron asesinados por motivos desconocidos, pero se asumió una conexión con la mafia.

“La película conecta con el clásico de Truman Capote A sangre fría, porque humaniza a los siempre anónimas víctimas de un crimen de la crónica de sucesos, pero en este caso, se excluye a los victimarios”, anticipa el director de Cinema Jove, Carlos Madrid.

La brasileña ‘Domingo’, de Clara Linhart y Fellipe Barbosa, se ubica temporalmente el 1 de enero de 2003, en plena celebración de la investidura del presidente Lula. Los cambios prometidos por el nuevo Jefe de Estado provocan entusiasmo y preocupación a partes iguales entre los miembros de dos familias de Rio Grande do Sul reunidas en una casa antigua. Adolescentes y adultos viven un torbellino emocional donde se producen confusiones amorosas y sexuales durante los preparativos de una fiesta de la quinceañera

“Esta película coral puede recordar tanto a ‘La ciénaga’, de Lucrecia Martel, por el calor sofocante y la atmósfera asfixiante de encierro que genera crispación entre los protagonistas, como a ‘La regla del juego’, de Jean Renoir, por la interrelación de las clases sociales en las mismas cuatro paredes”, opina Carlos Madrid.

Amor mal entendido

Las relaciones familiares también se tensan en la holandesa ‘Light as Feathers’, de Rosanne Pel, ambientada en un pequeño pueblo polaco. La ópera prima indaga en los orígenes de la violencia sexual a través de la historia de un chaval de 15 años que mantiene una relación de codependencia con su madre, manipuladora y dominante, donde sobrevuela el complejo de Edipo. El joven traslada su confusión emocional al vínculo afectivo que mantiene con su vecina de 13 años, de la que abusa tanto física como emocionalmente. La directora se ha inspirado en el trabajo de la filósofa Hannah Arendt para explorar el binomio culpabilidad y castigo. Pel ha optado por centrarse en el punto de vista del perpetrador del abuso, lo que provoca una reflexión más profunda en el espectador.

Y del exceso al defecto de atención, la protagonista de ‘House of Hummingbird’, de la coreana Bora Kim, es una solitaria chica de 14 años privada de la atención de su disfuncional familia. En pos de ese afecto que anhela, intenta establecer relaciones románticas tanto con chicos como con chicas del vecindario. La trama de este coming of age se desarrolla en el Seúl de 1994 y está basada en la propia adolescencia de la directora y guionista. Kim es artista interdisciplinaria y socióloga y basa su proceso creativo en la investigación cultural alrededor del espectáculo y la representación de la feminidad asiática.

Su debut en el largo se alzó con el premio a la mejor película en la sección Generation 14plus de la pasada Berlinale y los premios NETPAC al Mejor Filme Asiático y del Público en el último festival de Busán.

Niños y adultos

El drama antropológico ‘A First Farewell’, de la directora china Lina Wang, también tiene rasgos biográficos. Como sus protagonistas infantiles, la realizadora nació en Xinjiang, al noroeste de China donde, rodeado de campos de algodón y del desierto, se encuentra el pueblo uigur. Este drama iniciático refleja los retos que asume esta minoría musulmana en un entorno donde la supervivencia económica resulta compleja si no se habla mandarín.

Bellísimamente fotografiado, el largometraje se hizo con el Oso de Cristal de la Generación KPlus de la Berlinale y con el premio al Futuro de Asia en el Festival de Tokio.

Por último, y como única excepción a una Sección Oficial protagonizada por niños y adolescentes, la georgiana Parade’, de Nino Zhvania, se centra en la reunión entre tres viejos amigos en Tbilisi. La película está planteada a modo de road movie, donde sus protagonistas no sólo se desplazan en coche, sino también en autobús, a la carrera o paseando. El trío ha rebasado los 50 y su vida ha estado marcada por el pasado soviético del país hoy independiente.

La película se inspira tanto en ‘Maridos’ (John Cassavetes, 1970), como en los recuerdos de la realizadora acerca de las conversaciones entre su padre y sus amigos, parte de la generación perdida de Georgia.